(Ilustración: Giovanni Tazza)
(Ilustración: Giovanni Tazza)
Hace 100 años

A raíz de la prohibición del consumo de bebidas alcohólicas en Estados Unidos, La Habana está a punto de convertirse en el Montecarlo de América. Los juegos de azar están en su apogeo y los norteamericanos con dinero van allí a divertirse y a beber lo que desean. Al llegar a Cuba, los norteamericanos encuentran casi todo lo que puede haber en Nueva York. Literalmente, todos los días se abren nuevos bares y llegan los mejores barmen para preparar los más sofisticados cocteles a gusto de los clientes. De Europa llega a Cuba ingente cantidad de licores.

H.L.M.

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