Desde 1876, en que se hizo el último censo general de la República, todas las fases de la vida nacional se han transformado. No solo las consecuencias de la Guerra con Chile cambiaron violentamente la situación del país. Han sido todas las energías en los más diversos casos de nuestra actividad las que, a través de tan largo período, han adquirido nuevos aspectos y nuevos impulsos que nadie conoce hoy en toda su amplitud. No podemos seguir procediendo a tientas cuando tenemos la imperiosa obligación de aprovechar al máximo las fuerzas vivas de la nación.
H.L.M.