Como si no hubieran sido pocos los males sufridos durante la guerra por la población de Berlín, se anuncia que se ha desatado una violentísima epidemia de influenza. Los hospitales están repletos de víctimas de la enfermedad y faltan médicos y enfermeras, así como muchos otros elementos para enfrentar tan crítica situación. Una junta médica pide que se haga lo posible por mejorar la alimentación en la ciudad, ya que la carencia constante de carne, pan y otros elementos de una dieta normal, así como la falta de abrigo, avivan la epidemia.
H.L.M.