Las fábricas de armamento Krupp que funcionan en Essen, Alemania, se fundaron en 1811 y son las más importantes del mundo. En 1918 contaban con 59,500 obreros, de los cuales 18,750 eran mujeres. En ese momento las fábricas trabajaban al máximo. Una vez firmado el armisticio, se cortó la fabricación de armas y de inmediato se dio inicio a la construcción de maquinaria agrícola de diverso tipo. Los inmensos hornos nunca se apagaron y de un día a otro, literalmente, lo que era una fábrica de muerte se convirtió en una fábrica de vida.
H.L.M.