La organización científica y sistemática de la policía, aunque es labor lenta y complicada, es conveniente llevarla a cabo cuanto antes. En ciudades como Ginebra y Londres, por ejemplo, existen escuelas especiales de las que egresan convenientemente preparados quienes se dedican a esa delicada profesión. Aquí se podría hacer lo mismo, buscando el personal aparente, de reconocida moralidad y de inteligencia despierta. Cualquier gasto y esfuerzo que se hiciera con este fin tendría amplia aprobación ciudadana, porque se trata del bien común y de la tranquilidad general.
H.L.M.