La disposición mediante la cual no circularán ningún tipo de periódicos en España los días lunes ha causado revuelo en muchas partes del mundo. En Francia e Inglaterra, no lo pueden creer. Durante la guerra, ante la falta de papel, se llegó a prohibir que los libros tuvieran márgenes, que las revistas publicaran anuncios y que los diarios emplearan más de una página, pero a nadie se le ocurrió prohibirlos. Tener un diario en las manos, leerlo, es absolutamente indispensable. Se puede prescindir de muchas cosas, pero un pueblo civilizado necesita diarios.
H.L.M.