Lima se prepara a festejar los carnavales. Este es el primer anuncio de la locura que abrirá sus alas sobre la ciudad durante tres largos días. Trajes de Pierrots, Colombinas, Polichinelas y los tradicionales dominós invadirán fugazmente las calles de Lima. Marcharán a los balnearios aquellos para quienes el carnaval no constituye atractivo y buscarán refugio en las poéticas playas de La Herradura, Magdalena, Ancón y La Punta. Es indudable que Lima, por suerte, va perdiendo cada vez más las antiguas tradiciones de esas fiestas donde la gente perdía el control.
H.L.M.