Crece la población urbana y hay que construir casas baratas en número suficiente y, como este no es un buen negocio para los capitales privados, es necesario crear en Lima organizaciones destinadas a la construcción de esas viviendas. El caso de Inglaterra es ejemplar. El Gobierno británico, mediante su Ministerio de Salubridad, formuló un proyecto para que las municipalidades de las más importantes ciudades construyan casas subvencionándolas. El modelo es bueno y se debe adecuar a nuestra realidad. El municipio capitalino tiene la palabra.
H.L.M.