La guillotina ha funcionado de nuevo en Francia. Landrú ha pagado con su vida once crímenes atroces de mujeres. Este hombre extraño fue el que más ha movido las plumas periodísticas de todos los continentes. Todos los diarios del mundo se ocuparon de su vida y de sus crímenes. Su abogado defensor hizo esfuerzos inauditos por salvarlo, pero no pudo. En los últimos momentos, ya en el patíbulo, Landrú demostró singular serenidad de ánimo y no común entereza, pues al contestar al procurador que le recomendaba valor, dijo: “Soy inocente”.
H.L.M.