“Atraviesan el mundo cuidando su sombra e ignorando su personalidad”. (Ilustración: Giovanni Tazza).
“Atraviesan el mundo cuidando su sombra e ignorando su personalidad”. (Ilustración: Giovanni Tazza).
/ Giovanni Tazza
Hace 100 años

La vida de los hombres mediocres es una perpetua complicidad con la ajena. Son huestes mercenarias del primer hombre firme que sepa uncirlos a su yugo. Atraviesan el mundo cuidando su sombra e ignorando su personalidad. Nunca llegan a individualizarse, ignoran el placer de exclamar “yo” frente a los demás. No existen solos. Su amorfa estructura los obliga a borrase dentro de un pueblo, un partido, una secta, una bandería siempre confundidos con otros. Flotan porque saben adaptarse a la hipocresía social y entonces dicen, para protegerse, “nosotros”.

H.L.M.

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