Los grandes y pequeños políticos se distinguen en muchas cosas: pero, sobre todo, en una. Los pequeños políticos siempre andan detrás de los periodistas, mientras los periodistas andan siempre detrás de los grandes políticos. Los políticos notables ofrecen cultura, amplios conocimientos, lenguaje al mismo tiempo claro, preciso y caudaloso, ideas, doctrinas, vastos programas que son motivos interesantes de reflexión periodística. Los pequeños buscan, persiguen muchas veces al periodista para que les atribuya un talento que no tienen, una piadosa mentira.
H.L.M.