La crisis política en Italia no tiene salida. Los fascistas son, en realidad, los que gobiernan el país y su líder Benito Mussolini es prácticamente un dictador que adopta decisiones del más serio carácter, a las cuales el gobierno se ve obligado a someterse, ya que toda resistencia es imposible, pues el fascismo cuenta con el apoyo de la mayoría del pueblo y tiene la tácita aprobación del ejército y la policía. Benito Mussolini espera con aparente serenidad para poner en marcha en el momento oportuno 450 mil hombres perfectamente armados y disciplinados.
H.L.M.