En China se ha desarrollado la industria mucho más lentamente que en Japón siguiendo otras modalidades. El Gobierno Japonés ha protegido a las nuevas empresas y constantemente las crea, no habiendo vacilado en hacer un llamamiento a técnicos extranjeros para que transmitan sus conocimientos al personal nativo. Por lo contrario, el Gobierno Chino se niega a contratar técnicos europeos o norteamericanos. Todo esto, según los expertos, presagia que en muy pocos años Japón podrá competir en varios campos con las industrias más importantes de Occidente.
H.L.M.