El acaudalado noble británico que durante muchos años patrocinó económicamente el que, a la postre, sería el descubrimiento de la tumba del faraón Tutankamón ha muerto hoy en El Cairo. A mediados de marzo sufrió la picadura de un mosquito que, según los médicos, le produjo un envenenamiento de la sangre. Ante la gravedad del enfermo se dio aviso a su esposa, quien se encontraba en Londres, la cual fletó un aeroplano y pudo llegar a la capital egipcia antes de la muerte de Carnarvon. Hay gran conmoción por la muerte del filántropo.
H.L.M.