Su Santidad Pío XI continúa ejercitando presión informal, por intermedio de Gran Bretaña, para aliviar la situación de los católicos que sufren persecución en Rusia. El Papa ha pedido a todas las naciones que tienen relaciones con el Soviet que ayuden en esta causa humanitaria y no política. En los círculos vaticanos, se dice que la real variación de las relaciones entre el papado y Rusia solo podrá darse en el momento que se advierta de manera inequívoca un cambio de la política del Soviet respecto al catolicismo. El llamado del Papa tiene éxito.
H.L.M.