Desde fines del siglo pasado, los norteamericanos iniciaron un trabajo intenso, en todas las Islas Filipinas, con el propósito de sustituir el idioma español, que se ha utilizado durante 300 años, por el inglés. Sin embargo, buen número de instituciones filipinas cumple una denodada labor defendiendo la lengua española. Ellas no reciben ningún respaldo y es necesario que España e Hispanoamérica colaboren en esta labor. Conmueve saber que en muchas escuelas niños filipinos han prestado solemne juramento de defender a toda costa la lengua de Cervantes. H.L.M.
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