El periódico es tan necesario como el pan cotidiano y las democracias modernas no podrían prescindir de él. Nuestra labor es absolutamente necesaria y tenemos el derecho de pedir que se le conceda el rango social que merecemos. Thomas Jefferson dijo que “preferiría vivir en un país con periódicos y sin gobierno, antes que en un país con gobierno y sin periódicos”. Y Carlyle, pensando en los editorialistas, escribió: “¡Grande es el periodismo! ¿No es acaso el periodista hábil quien gobierna al mundo, puesto que es quien lo persuade?”. Vivimos la era del periódico.
H.L.M.