El Congreso en su mejor nivel, por Jota Daniels

Pese al linchamiento mediático del cual es víctima a diario y lejos de las distracciones frívolas que plantea nuestra coyuntura, nuestro Congreso se encuentra cumpliendo una gran labor legislativa. Y ello debe ser motivo de orgullo para todos los peruanos.

Y es que nuestros padres de la patria no pierden el tiempo en temas superfluos. No los verán discutiendo temas como la elección de seis de los siete magistrados del Tribunal Constitucional, ni buscando al mejor reemplazo para la Defensoría del Pueblo. Tampoco estarán debatiendo proyectos como el de la unión civil o retomando la agenda de competitividad para el país. No. Ellos están por encima de todos esos asuntos.

En cambio, sí los veremos trabajando incansablemente en proyectos para el bienestar de todos los peruanos. Así, esta semana hemos visto el fruto de ese compromiso, con la aprobación de la impostergable Ley del Emolientero, en la cual se define qué debemos entender por emolientero y se deja a las municipalidades el trabajo de la formalización. Y, por si ello no fuera ya suficiente para una semana, nuestros congresistas también aprobaron bautizar nuestro cielo con el nombre del héroe José Abelardo Quiñones, lo que sin duda ayudará a estimular nuestra desacelerada economía.

Es de gente decente ser agradecidos. Por ello, la próxima vez que se encuentre con un congresista en la calle, abrácelo y dígale que no se olvidará de su trabajo a la hora de votar por un nuevo Congreso en el 2016.