Los Cornejoleaks auguraban ríos de sangre, pero estamos perdiendo el interés mientras pasan los días.
¿Indignan las denuncias de lobby? Casi nada. Y es que, por la experiencia acumulada en la materia, se podría decir que a estas alturas el peruano ya está ‘lobbytomizado’. ¿Sorprende que los ministros usen la misma cuenta de Gmail para discutir la parrillada del domingo y la política de protección ambiental? Algo informal, pero absolutamente normal, no por nada son ministros peruanos y no suizos.
¿Alguna otra revelación interesante? Por ahora, no. Seguimos esperando en vano correos enviados a Cornejo desde nadine@presidenciadefacto.gob.pe pidiendo al ex ministro no olvidar comprar las verduras y regar las plantas de Palacio. Pese a las expectativas, tampoco se han divulgado e-mails de Castañeda (fiel a su estrategia “monja de claustro”, no habla y tampoco escribe). Y solo queda como anécdota que el ministro del Ambiente suela referirse al ministro de Energía y Minas como este “we-bonn” (es decir, “huevón” en alemán).
Un fiasco estos Cornejoleaks.
Aviso de servicio público para la oficina del congresista Díaz Dios: esta columna se escribe con ‘animus iocandi’ y frecuentemente contiene dichos y datos inexactos, que suelen ser inocuos para casi todos los lectores pero potencialmente peligrosos para congresistas con ‘animus figurettandi’. Específicamente, si bien la dirección nadine@presidenciadefacto.gob.pe podría existir, ello no nos consta. Mejor dejarlo claro, uno nunca sabe.