Después de numerosos intentos y otros tantos desaciertos, el Ejecutivo finalmente ha descubierto el ángulo ideal para atacar los problemas que padecen los peruanos –y esto es solo un estimado– hace casi 180 años. Se podrían meter grandes goles sin hacer nada, olvidando la vieja idea de que la acción positiva es la clave para la obtención de resultados. El método requeriría, como dicen, harta cintura.
El líder de esta estrategia, como no ha podido ser de otra forma, ha sido Daniel Urresti. “No hay país de donde no haya escapado gente, eso es normal”, sostuvo nuestro ministro a propósito de la fuga de Martín Belaunde Lossio a Bolivia. Es cierto que –aunque sin mostrar el desarrollo y análisis del ministro Urresti (“todos sabemos que hay mucha gente que escapó del país y que inclusive hasta ahora no regresa”)– diferentes sectores han mostrado la misma iniciativa. Iniciativa que, para usar la jerga futbolera que tanto le gusta al ministro Urresti, podríamos llamar “dejar pasar la pelota”.
Se rumorea que, en las próximas semanas, los ministros empezarán a aplicarla. “No se hagan los locos ahora, ya deberían estar acostumbrados a los huecos de las pistas a estas alturas”, manifestará José Gallardo, ministro de Transporte y Comunicaciones. “Los huaqueros son pan de cada día, ya les tengo hasta apodos”, dirá una risueña Diana Álvarez Calderón, titular de Cultura. “El crecimiento baja, el crecimiento sube, son los ciclos”, sostendrá un tranquilo Alonso Segura desde la cartera de Economía. No se sorprendan, pues, si a partir de ahora los ministros comienzan a portar esa sonrisa que caracteriza tan bien a nuestro ministro del Interior.