El hombre del año, por Sostiene Menéndez
El hombre del año, por Sostiene Menéndez
Redacción EC

El ministro favorito sorprendió otra vez dando un paso atrás y retirando su prohibición de que los ‘pulpines’ marchen enmascarados. Las palabras no fueron las más finas (“que vayan con la cara tapada, pues. Total, los que quedan mal son ellos. Los que se tapan la cara son normalmente delincuentes ”), pero demostraron una inteligencia jamás vista en la política local.

Por esa magnanimidad que lo caracteriza, que el fin de año sea un momento para celebrar al ministro, recordando –sin ahondar en su eficacia– las líneas de acción que tanto han hecho por la seguridad desde su (a)salto a la fama:

1. La jugada. Desde tomar fotopapeletas hasta asistir a muestras artísticas para presentar un número propio, está donde se lo requiere. Siempre con una sonrisa y el gorro policial (acreditado repelente de criminales).

2. La estrategia. Gracias a la lógica implacable del ministro, se vislumbran los caminos de gloria que tomará la política de seguridad nacional. Recordemos, por ejemplo, su célebre “en un 90% las víctimas del sicariato son delincuentes. Entonces, ¿a quién debe preocuparle el sicariato tremendamente [...]? Pues a los delincuentes”.

3. El contraataque. Cuando todo falla, la mejor opción es la respuesta firme, como la que dio a un efectivo de Andahuaylas: “¿Ya hicieron, como se llama, el proceso para el segundo piso? Yo ordené que todo esto lo arreglen [...]. Si esto no está arreglado [...] y usted no me da cuenta, lo envío al ”.

Este 2015 no quiero ver muñecos de Daniel quemados en Año Nuevo, sino bustos erigidos en su nombre.