Inspecciones, por Rogelio
Inspecciones, por Rogelio
Redacción EC

La semana pasada, los congresistas , y , miembros de la , inspeccionaron la vivienda del investigado. Se entiende que buscaban evidencia que vincule a López Meneses con operaciones de chuponeo.

La diligencia generó una crítica: ¿Qué esperaban encontrar a seis meses del escándalo? ¿Quizá remanentes de radiotransmisores camuflados como lámparas de sala? Asimismo, sorprendió que la inspección incluyese a vecinos de López Meneses y que, además, Lescano deslice que estos también podrían declarar ante el Congreso.

Esto origina más cuestionamientos. Los sufridos vecinos, ajenos a chuponeos, ya atendieron a los excéntricos Sherlock Holmes peruanos. ¿Qué más les preguntarán? ¿Si sus conversaciones telefónicas eran ocasionalmente interrumpidas por la voz de Pinchi Pinchi? ¿Si alguna vez sus hijos tiraron la pelota al jardín de López Meneses y la devolvió alguien parecido a Montesinos? ¿Si recientemente López Meneses les hizo un pedido tipo: “Compadre, me guardarías estos radares en tu cochera por unos meses”?

En suma, lo concreto es que algunos creen que la inspección fue irrelevante e innecesaria, y que situaciones como esta deben provocar hondas reflexiones sobre el sentido común congresal y la definición de función parlamentaria. Por nuestra parte, creemos que este caso puntual es más simple y se explica con el conocido refrán: “Tal es el ocio al que algunos otorongos son proclives, que cuando se aburren se ponen a jugar a los detectives”.