Investigaciones maliciosas, por Rogelio

Nos solidarizamos con Nadine ante las investigaciones por el supuestamente dudoso origen de US$215 mil depositados en su cuenta años atrás (a lo que se sumarían compras de departamentos por US$645 mil efectuadas por su madre). Creemos que tres razones fundamentan la improcedencia de las nuevas pesquisas:

1. Se investiga a la persona equivocada. Sorprende que la fiscalía investigue a Nadine por lavado de activos, cuando todos sabemos que quien lava (y limpia y seca) la ropa, ollas y demás activos del hogar es Ollanta.

2. Nada raro hay en las transacciones investigadas. El caso simplemente trata de políticos peruanos con finanzas algo extrañas, familiares sin fuentes de ingreso conocidas, pero con mucho ‘cash’ y pudientes suegras presidenciales que compran inmuebles. Nada fuera de lo común.

3. Es un refrito. La denuncia ya fue archivada en el 2010. Aquella vez a todos nos quedó claro que, por ejemplo, era normal que Nadine hiciera consultorías por US$50 mil a la empresa Centros Capilares, vinculada a Belaunde Lossio (quien, ciertamente, tendría gustos caros cuando se trata de su cabellera).

En suma, consideramos que las nuevas denuncias solo buscan molestar y estamos rotundamente de acuerdo con Nadine cuando dice: “Hay gente que tiene como deporte denunciar”. Ojalá que nuestros líderes puedan hacer algo al respecto. Y es que el ejercicio puede ser contagioso: mientras las transacciones extrañas sean deporte nacional, siempre habrá quienes se dediquen al deporte de denunciarlas.