Celebramos la rápida reacción del avispado procurador anti terrorista Julio Galindo que, a solo a cuatro meses del estreno y luego de dos meses de haber terminado la temporada de teatro, procedió a denunciar a la obra “La Cautiva” por apología del terrorismo. Y sin necesidad siquiera de haber perdido el tiempo viéndola o revisando el guion. ¡Estos son los funcionarios públicos que necesita la patria! Hombres decididos, que no se detienen ante nada -ni siquiera ante la realidad- para cumplir con su misión.
Lamentablemente, no solo se requiere de decisión. La presión política y mediática de quienes prefieren mantenerse ciegos ante la realidad han obligado al procurador a detener (por el momento) la denuncia. A ellos les caerá todo el peso de la historia.
Esperamos que este aparente retroceso no detenga las pesquisas de nuestro activo procurador. Por ejemplo, ¿habrá notado Galindo la cantidad de equipos de fútbol en el Torneo Descentralizado que usan camisetas de color rojo? ¡Cinco equipos con el color marxista-leninista-maoista, nada menos! ¿O habrá identificado ya la alarmante cantidad de ferreterías en nuestro país que venden martillos? ¡El 50% del símbolo de Sendero Luminoso!.
Como vemos, el ímpetu investigador del procurador es necesario hoy más que nunca. Esperemos que la prensa, los políticos y la sociedad en general lo entiendan y decidan estar todos del lado correcto de la historia.