Algunos partidos políticos tradicionales –término que, en peruano, designa a todo partido con más de un año de existencia– están saliendo a dar la cara por las instituciones y la democracia en estas épocas de crisis partidarias. El caso más conocido es Perú Posible. Efectivamente, Susana Villarán le está muy agradecida a Alejandro Toledo, pues este ha puesto a su disposición una alianza con su partido para las elecciones municipales. De esta forma, Diálogo Vecinal, el vientre de alquiler que postulará a la alcaldesa, se ha vestido de la reputación de honestidad, trabajo duro y cero corrupción por la que tantos años ha trabajado el mandatario.
Lo más sorprendente, sin embargo, no ha sido tanto el actuar de Perú Posible, sino el del PPC. Ellos han decidido postular a Héctor Maquera Chávez a presidente regional de Tacna, demostrando que están dispuestos a encaminar el rumbo de cualquier –cualquier– candidato preparado para transitar la buena senda democrática. Héctor carga una difícil cruz (estuvo preso por rebelión, sustracción de armas y secuestro a raíz de su participación en el ‘andahuaylazo’), por lo que tuvo que tocar “puertas de todos los movimientos regionales y partidos políticos”. Fue la menos esperada la que se le abrió a este fundador del Partido Nacionalista: el PPC. No se trata, por lo demás, y como podrían creer algunos descreídos, de una mala decisión de mandos medios del partido. El propio Raúl Castro, presidente del PPC, ha salido a defender su postulación: “El señor ha renunciado a sus anteriores convicciones. Ha purgado condena y está rehabilitado”. ¡Todo sea por la democracia!