Vida nueva, por Farinata
Vida nueva, por Farinata
Redacción EC

La aparición de una prenda íntima de color amarillo en una ventana de Palacio de Gobierno el día en que se votaba, por tercera vez, la confianza al fue objeto de interpretaciones diversas. Se trataba de un mensaje; eso estaba claro. ¿Pero qué era exactamente lo que el anónimo inquilino de la intentaba expresar?

Hubo quien postuló que la pieza era realmente ámbar y que, en esa medida, su breve flameo podía ser entendido como una alusión desdeñosa a los 73 votos de que dejaron durante el fin de semana al gabinete en la dimensión desconocida. Y hubo también quien sugirió que quizá alguno de los personajes encumbrados que habita el lugar hubiera enfrentado una crisis doméstica traducida en un bloqueo de la entrada de su ropa a la secadora. Pero tal vez la solución al enigma sea más sencilla, pues los calzones amarillos tienen ya un sentido codificado en la superstición local. ¿No son acaso la prenda obligada en las celebraciones de fin de año para asegurar un cambio de fortuna y actitud en la etapa que está por iniciarse? “Año nuevo, vida nueva”, vociferan los que bailan esa noche con los gregüescos chillones puestos. Y eso mismo, nos parece, nos han prometido a los peruanos –de una forma muda, lo que ya es un avance– desde Palacio.