Este préstamo de la lengua finlandesa se consigna en el DRAE 2001 como sustantivo femenino. Pero en el Perú y el resto de la América hispana predomina el género masculino. Las dos variantes se comprueban en la pluma de Jaime Bayly: “Entraron al sauna. Se desnudaron. Colgaron sus ropas” (Los últimos días de La Prensa, Barcelona 1996, p. 199), pero “Luego de sudar en la sauna […], ha entrado al cuarto de masajes…” (La mujer de mi hermano, Barcelona 2002, p. 318).