Esta expresión usada en el Perú y otros países americanos, sobre todo en las apuestas, corresponde a la peninsular cara o cruz. Ambas se refieren al anverso y al reverso de una moneda, que puede estar hecha de diversos metales (oro, plata, cobre, níquel). Escribe Palma en su tradición titulada precisamente “¿Cara o sello?”: “Los Libertadores supieron […] romper con el rancio pasado, y jugaban la posesión de la dama a cara o sello” (Tradiciones peruanas completas, Madrid 1953, p. 1008).