Esta variante incorrecta del verbo revolotear (formado sobre volar) parece deberse a disimilación por ultracorrección para evitar las vocales o de la segunda y tercera sílaba. En las Crónicas político-doméstico-taurinas de Clemente Palma se lee sobre la reacción del protagonista (Corrales), quien se entera de la iniciativa de dar libertad de culto: “¿Pero van a hacer eso? –exclamé blanqueando el ojo sano, revoleteando el huero en su cuenca…” (Lima 1938, p. 120).