Tiene en nuestra lengua familiar el sentido de ‘roto o en muy mal estado’ (aplicado a prendas de vestir). El término –documentado en gran parte de Sudamérica– es obvio derivado del adjetivo roto ‘quebrado, partido’, que entre nosotros es, además, despectivo de chileno. Véase este uso de rotoso en La casa verde de Vargas Llosa: “El arpista seguía su vida, sus caminatas. Estaba más viejo cada día, más mugriento y rotoso...” (Barcelona 1991, p. 242).