Esta anómala voz registrada en nuestra lengua coloquial y popular es un derivado de tramposo, que a su vez lo es de trampa. Se refiere a una conducta inmoral y habitual. En El mundo es ancho y ajeno, Ciro Alegría pone en boca de un personaje esta frase: “Me defiendo por costumbre y también porque la verdá se defiende sola, pero cuando comience esa tramposería de los testigos, ya lo verá...” (Caracas 1978, p. 242). Tramposería se documenta también en otros países de la América hispana.