Una vez organic una presentacin en Washington DC titulada Debera el lavado de dinero ser considerado un crimen?, a la que invit a Lawrence Lindsey, uno de los gobernadores de la Reserva Federal de Estados Unidos. La respuesta del representante del Banco Central, el ente regulatorio financiero ms importante del pas, fue clara: no.
Segn l y muchos expertos financieros, las regulaciones antilavado de activos estn mal enfocadas, son altamente ineficientes y amenazan la privacidad de los ciudadanos, cosa de la que fcilmente pueden abusar los polticos inescrupulosos. A raz de la hasta ahora negativa por parte del Congreso peruano de fortalecer la Unidad de Inteligencia Financiera, justamente para luchar contra el lavado, vale la pena tomar estas crticas en serio. No se trata pues de un tema tan simple en el que estn los buenos de un lado y los malos corruptos del otro.
Las autoridades, segn Lindsey, han fallado en una de sus tareas principales de frenar o prevenir actos criminales que dan origen al lavado, como el secuestro o el narcotrfico, por lo que obligan a los banqueros a escrudiar actos que en s no son criminales (como la transferencia de dinero). El enfoque est mal. No corresponde a los empresarios convertirse en policas. Si los delitos originales realmente estn fuera de control, es hora de poner ms esfuerzo en luchar contra ellos o reformar las leyes que los afectan.
Dado que el uso de dinero no es un delito por s mismo, es sumamente difcil detectar y comprobar el lavado de activos, as como no es tan fcil definirlo como s es, por ejemplo, definir el robo o el homicidio. Comprar una pintura por encima del valor de lo que muchos estiman que vale es legtimo o es lavado de dinero? Y as como ya hay muchas regulaciones en contra del lavado, hay un sinnmero de maneras de evadirlas.
Las regulaciones antilavado terminan siendo una carga sobre los individuos y el sector privado, pero adems son extremadamente ineficientes. En EE.UU., por ejemplo, se requiere que los bancos reporten transacciones financieras superiores a ciertos montos. Lindsey documenta lo siguiente: Entre 1987 y 1995, el gobierno recolect 77 millones de informes sobre transacciones, o sea unas 62 toneladas de papel. Con todo eso logr llevar a juicio 3 mil casos de lavado. Ms o menos un caso por cada 25 mil informes y se lograron apenas 580 veredictos de culpabilidad. En otras palabras, ms de 100 mil informes fueron presentados por gente inocente para lograr cada condena. Esa proporcin de 99.999 a 1 normalmente no se tolerara como un equilibrio razonable entre la privacidad y el fallo de culpabilidad.
Dada esa ineficiencia, difcilmente se podra decir que, a pesar de la multitud de nuevas regulaciones, hoy hay menos lavado de dinero en el mundo que hace 20 aos. El experto Jason Sharman resume lo que encuentran los estudios al respecto: La conclusin general es que la expansin del rgimen de lucha contra el lavado de dinero se debe ms al imperativo poltico de hacer algo en respuesta a cuestiones candentes, como el crimen o el terrorismo, que a cualquier historial de xito.
La guerra contra el lavado de activos es como otras tantas iniciativas de organizaciones internacionales que miden su impacto por cunto hacen en vez de por cunto cumplen: lo gastado o incautado en la guerra contra las drogas, en vez de su impacto en el consumo o disponibilidad de las drogas; o la cantidad de ayuda externa otorgada en vez del desarrollo econmico que se logra.
Es el caso tambin de la Organizacin para la Cooperacin y Desarrollo Econmicos (OCDE). Segn la ministra de Justicia, un motivo importante para fortalecer las leyes antilavado es poder acceder a esa organizacin. EE.UU. y otros pases ricos no han podido controlar el lavado de dinero, por lo que quieren imponer sus reglas a los dems pases. No debera ser una prioridad para el Per. Viene con costos altos, especialmente si el plan consiste en que las autoridades compartan la informacin que recogen.
En vez de crear un sistema del que nuestros polticos fcilmente podrn abusar, el gobierno debera enfocar sus esfuerzos en combatir los crmenes reales que dan origen al lavado de dinero.