¿Qué nos dejó la primera vuelta?, por Arturo Maldonado
¿Qué nos dejó la primera vuelta?, por Arturo Maldonado
Arturo Maldonado

Luego de las elecciones del domingo es hora de hacer un balance y analizar las perspectivas de los actores que participaron en esta primera vuelta:

Keiko Fujimori y Fuerza Popular: este partido ha logrado una abrumadora votación, con la cual están muy cerca de obtener la mayoría absoluta en el Congreso, algo que no pasaba desde que Alberto Fujimori estaba en el gobierno. Presidentes como Alejandro Toledo, Alan García y Ollanta Humala gobernaron con un Poder Legislativo en oposición, al menos nominalmente. 

Si el fujimorismo logra conquistar el Parlamento, esto podría ser bueno para el partido, pero no tanto para la candidata. Un presidente de un partido y un Congreso con mayoría de otro indicaría que los ciudadanos buscan un equilibrio de poderes cuando votan. Entonces, si los peruanos ya le dieron una mayoría al fujimorismo en el Parlamento, ¿estarán dispuestos a darle también la presidencia? Haber ganado el Legislativo puede ser un arma de doble filo para la candidata.

PPK: cuánto debe estar lamentando haberle dado su respaldo a Keiko Fujimori en la segunda vuelta de la elección del 2011, porque en esta ocasión hubiera necesitado alzarse con la bandera antifujimorista, y ese antecedente hace que no sea el mejor candidato. Y, sin embargo, el votante antifujimorista tiene a PPK o anular su voto como opciones. Para lograr convencer a este grupo –y a otros que no votaron por él–, PPK tendría que hacer concesiones, algo como una hoja de ruta que ya algunos le están exigiendo. Sabemos que no habría mayor novedad en la orientación económica si sale elegido, pero quizá las preguntas claves serían: ¿quién sería su ministro del Ambiente y quién su ministro de Energía y Minas?

Mendoza y el Frente Amplio: ratifico lo que escribí hace unos meses: para la izquierda este debería ser el tiempo de sembrar para luego cosechar. Si el Frente Amplio esperaba pasar a segunda vuelta, quizá ahora estén desilusionados; pero si su objetivo estaba en pasar la valla, lo lograron y su performance ha sido la mejor en muchos años de izquierdas divididas. Su perspectiva a futuro también es buena. Al parecer los cuadros que se vocean para el Congreso le pueden asegurar al Frente disciplina parlamentaria. Entonces, si Mendoza se dedica a construir una organización en estos años, se podría convertir en una oposición pujante, algo que vamos a necesitar con este Congreso que viene, y quizá en una alternativa en el 2021, aunque para eso aún falta mucho.

Los votantes: alrededor del 15% no votó en esta elección, otro 15% decidió votar en blanco o viciar su voto. En suma, un 30% de electores no ha expresado una preferencia y seguramente no se siente representado por estos resultados. Esto es preocupante. También es preocupante la facilidad con la que se dispararon calificativos en esta primera vuelta. Según la lógica totalitaria de algunos, todo aquel que votaba por Keiko Fujimori era un cínico y cómplice desmemoriado, todo aquel que votaba por PPK era parte de la derecha bruta y achorada y todo aquel que votaba por Mendoza era un terruco resentido. 

Peor aun, los calificativos también se disparan entre unos y otros. Por ejemplo, algunos que votaron por Fujimori o PPK creen que todos los que votaron por Mendoza son terroristas, o algunos que votaron por Mendoza creen que todos los que votaron por Fujimori son corruptos o todos los que votaron por PPK son limeños insensibles. 

Estas descalificaciones contra el otro son una muestra de nuestra intolerancia a entender otras posiciones y, finalmente, lo único que generan es un desentendimiento general y fricciones en nuestra frágil convivencia como ciudadanos de una misma nación.