Diego Macera

Hay un motivo por el que muchos problemas nacionales no se han resuelto a pesar de décadas de esfuerzo: porque son difíciles. La informalidad, las brechas sociales, la corrupción, la baja productividad, la ineficiencia del Estado, y varios otros, son asuntos complejos, con decenas de aristas y sin una bala de plata que pueda solucionar alguno de golpe. A nadie se le ocurriría, por ejemplo, que se pueda resolver la baja productividad o la informalidad simplemente con una ley que las prohíba.