La organización de la Procesión de la Bandera está a cargo de las damas de la Benemérita Sociedad de Señoras de Auxilios Mutuos de Tacna. (Foto: Ernesto Suárez)
La organización de la Procesión de la Bandera está a cargo de las damas de la Benemérita Sociedad de Señoras de Auxilios Mutuos de Tacna. (Foto: Ernesto Suárez)
Franco Giuffra

 ha celebrado a la patria. Pero no para los militares que dirigen el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas. Para esos oficiales, Tacna sigue anclada en el siglo pasado.

Como se sabe, el Ministerio de la Producción publicó para comentarios un proyecto de norma con el fin de permitir la adquisición de un inmueble destinado a un centro comercial por parte de un ‘retailer’ extranjero. Lo hizo porque así lo manda la Constitución. Los militares se opusieron y Produce tuvo que retirar su proyecto.

En el ínterin, hasta el propio nos hizo saber que Tacna ya tiene sus tienditas y que no necesita otro ‘mall’. Por las puras se lanzó don Pedro Olaechea a ventilar su proyecto. Le hubiera preguntado primero al presidente dónde le provoca a él que se instalen los nuevos negocios.

La Constitución dice que los extranjeros, dentro de los 50 kilómetros de la línea de frontera, no pueden “adquirir ni poseer por título alguno” tierras. Ni directa ni indirectamente. Ni individualmente ni en sociedad. Salvo decreto supremo que declare una necesidad pública.

Adquirir o poseer incluye ser propietario, pero también inquilino. Un arrendatario que ocupa un inmueble pacíficamente y con su debido contrato de alquiler es poseedor legítimo. Ninguna de las dos cosas pueden hacer los extranjeros en Tacna. Esa es la teoría.

En la práctica, centenares de “tierras” tacneñas son propiedad o posesión, directa o indirectamente, de extranjeros, dentro de los 50 kilómetros malditos, sin que medie decreto supremo ni nada.

Piense en el supermercado Plaza Vea ubicado en esa ciudad, a pocos metros de la Av. Bolognesi. Ese negocio, así como las 13 farmacias Inkafarma de la ciudad, pertenecen a InRetail Perú Corp, una empresa domiciliada en Panamá, cuyo capital social, por lo menos en un 77%, está en manos de otras empresas de Panamá y Bahamas.

Cineplanet tiene un cine en Tacna, que pertenece a la empresa Cineplex S.A., que a su vez pertenece a Nexus Film Corp, otra empresa panameña. También en Panamá está domiciliado y registrado Intercorp Financial Services, propietario de Interbank, que tiene agencias en Tacna también.

Extranjeros son igualmente el BCP, Mibanco, Pacífico Grupo Asegurador y Prima AFP. Todos parte de Credicorp, una empresa de Bermuda cuyo capital social es 70% propiedad de extranjeros, con una docena de agencias u oficinas en Tacna. Scotiabank lo mismo, el 98% de sus acciones son del canadiense The Bank of Nova Scotia.

Latam Perú tiene oficina en Tacna, propia o alquilada. No debería tampoco, porque pertenece a Latam Airlines Group, una empresa extranjera. Hermes Transporte Blindados está en la misma situación, siendo propiedad de Carlyle Perú, que a su vez tiene el 75% de sus acciones en manos de Rhino Investment Holdings Ltd, una empresa de Gran Caimán.

En el mismo bote están Telefónica, el BBVA Continental, Bitel, Divemotor. Casi todos los bancos, empresas de telecomunicaciones, AFP y muchas compañías de consumo masivo, como Backus y Gloria, que tienen oficinas, agencias o centros de distribución en Tacna. Y siguen decenas o centenares de firmas. Seguramente todas las empresas grandes listadas en la Bolsa de Valores de Lima con operaciones en Tacna tienen accionistas extranjeros.

¿Qué va a hacer el comando conjunto con todas esas empresas? ¿Las va a cerrar con sus tanques? Urge regalarles a los militares y al ministro de Defensa un almanaque y efectuar de inmediato la reforma legal que permita incorporar a Tacna a la economía del siglo XXI.