Omar Awapara

Desde hace tres semanas, el equipo de “” que lidera Martín Hidalgo en este Diario nos viene presentando (literalmente, haciendo énfasis en la visualización de la data) información sumamente valiosa e interesante sobre el panorama político. En las tres entregas hasta el momento podemos ver, en secuencia, el estado actual de las autoridades subnacionales, el perfil y la dinámica de nombramientos en puestos en el Estado de este Gobierno, y lo que se nos viene en el menú de las de octubre del 2022. Tres ediciones de colección, aunque sea desolador lo que presentan.

Como se puede inferir, en los tres casos podemos ver el reflejo de la verdadera representación , como en una línea de tiempo. El pasado, con las consecuencias de nuestras elecciones en los últimos comicios regionales y municipales; el presente, con la ínfima calidad de las designaciones con las que nos tortura este Gobierno; y el futuro, con la nada auspiciosa alineación de candidatos que aspira a convertirse en autoridad en unos meses.

En ese sentido, es necesario tomar la oportunidad de las próximas elecciones como una instancia para, al menos, hacer responsable a aquellos que recibieron nuestro voto en los últimos años. De acuerdo con el Perfil Electoral No. 1 publicado por el Jurado Nacional de Elecciones (JNE), en octubre elegiremos a 13.062 autoridades en 25 regiones, 196 provincias y 1.694 distritos del Perú, y necesitamos que los reflectores se posen sobre la mayor cantidad posible de esas carreras.

A pesar de que no hay reelección inmediata, sabemos gracias a “ECData” que, por ejemplo, hay 1.338 exautoridades regionales y municipales que vuelven al ruedo, incluyendo varios con sentencias y denuncias. Y que hay 53 congresistas del período anterior que buscarán suerte en otras canchas. Más importante aun, que las elecciones serán una ocasión para ajusticiar a los partidos políticos, pues son ellos los que finalmente deciden la alineación titular en cada circunscripción.

Solo en Lima, por ejemplo, 34 de 43 alcaldes distritales tienen investigaciones o denuncias, y 22 de ellos pertenecen a partidos políticos que volverán a competir (13 de Acción Popular, cinco de Somos Perú y cuatro de Alianza para el Progreso) y que están hoy representados en el Parlamento. Cuatro alcaldes de Lima Metropolitana han sido vacados, incluyendo a Jorge Muñoz, de Acción Popular. Los partidos no logran filtrar adecuadamente a sus militantes y apuestan por invitados con escasa trayectoria en sus filas: el 43% de los precandidatos a dirigir la capital tiene menos de un año de filiación en el partido que buscan representar.

Es muy interesante destacar, a pesar de todo, el “atractivo” de los partidos políticos a nivel subnacional. Se ha discutido mucho sobre la competencia desigual, en términos de requisitos, de movimientos regionales y organizaciones políticas de alcance local, pero lo que la evidencia muestra es que, salvo por las elecciones subnacionales del 2010 y el 2014, la cantidad de candidatos que deciden postular por un partido y no por una alternativa es muy superior, alcanzando el 66% en el 2018.

Fuera de la capital, el semillero de la política nacional, el panorama no es más alentador. Solo en el período 2019-2022, nueve gobernadores regionales no concluyeron su mandato. Es de esa cantera de donde han salido Martín Vizcarra y Perú Libre, partido que hoy traslada lo aprendido en Junín a las más altas instancias del Estado.

Sin reformas significativas en los últimos años, es improbable que cosechemos algo distinto en las próximas elecciones. No sé si octubre será el mes más cruel, pero será difícil que engendre alguna lila de la tierra muerta.

Omar Awapara Director de la carrera de Ciencias Políticas de la UPC