Un acierto, por fin, del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE). Después de muchos años de que la propuesta flotara en el ambiente, en los próximos días pondrá en funcionamiento un portal web con información sobre profesiones, sueldos y entidades educativas, para facilitar a los jóvenes la elección de sus carreras y ocupaciones. Una feliz iniciativa que merece ser aplaudida y a la cual han concurrido, acertadamente, el Ministerio de Educación (Minedu), Sunat e IPAE Acción Empresarial.
Así, con información recogida de las empresas formales a través de la planilla electrónica, se podrá elaborar estadísticas sobre ocupaciones, los sueldos que se pagan y las instituciones educativas de las cuales provienen los trabajadores, por ciudad y región.
Portales similares existen en países como Estados Unidos, Canadá, Australia, México, Colombia y Chile. A través de ellos es posible conocer, por ejemplo, que uno de los puestos más demandados en Estados Unidos es el de traductor o intérprete, pero que esa posición paga 30% menos que la de desarrollador de software, que a su vez es mucho mejor remunerada en Chicago que en las ciudades del sur de la Florida.
No es el remedio al problema del subempleo juvenil ni el final de las instituciones educativas de medio pelo, pero es una excelente medida que apunta en la dirección correcta. Una propuesta más compatible con una “solución de mercado” que las locuras controlistas de limitar la apertura o diversificación de institutos y universidades. Brindemos información y que los jóvenes decidan.
El costo que se impone a las empresas parece modesto en relación con el beneficio que ellas mismas podrían obtener de contar con postulantes para los puestos que más requieren cubrir. Basta con incluir, en el archivo electrónico que ya remiten hoy mensualmente a la Sunat, tres nuevos datos de cada empleado: carrera estudiada, año de egresado e institución donde estudió.
Se ofrece así una valiosa información sobre qué estudiar y dónde, siempre que el bolsillo y los intereses personales lo permitan. Por lo pronto, se podrá saber más adelante que un título de ingeniero de la Universidad de la Suprema Trafa ni siquiera asegura una remuneración que alcance para pagar esa carrera. O que un buen técnico de procesos químicos del Tecsup puede ganar el triple que un abogado.
Hay otras cosas que el Estado podría hacer para poner a los muchachos en carrera. Desde el lado del Minedu, se debería facilitar la actividad de universidades e institutos para abrir nuevas carreras y sedes. El celo burocrático actual tal vez consiga frenar algunas iniciativas educativas de mala calidad, pero también traba aquellas que provienen de instituciones serias.
El MTPE tiene probablemente la mayor parte de la tarea por acercar a los estudiantes al mundo real. Las prácticas, pasantías y otras modalidades formativas del trabajo tienen que desregularse y abaratarse, para permitir la mayor participación de los jóvenes en el aprendizaje en el trabajo. Todo lo que hizo el segundo gobierno de Alan García en materia de prácticas preprofesionales, por ejemplo, merece derogarse, porque fue un arrebato de populismo que encareció tremendamente la incorporación de estudiantes a las empresas.
En fin, ojalá el nuevo portal “Ponte en Carrera” se maneje de manera profesional y seria, y que las empresas cumplan con remitir la información. Felicitaciones al gobierno y al IPAE por esta iniciativa.