Diana Seminario

Ver a niños haciendo vivas al “marxismo, leninismo, maoísmo, pensamiento Gonzalo”, no debe dejar a nadie indiferente. Y no estamos hablando de los llamados “pioneritos” captados en el VRAEM, que desgraciadamente no han conocido otra realidad que la violencia. Esta vez los niños adoctrinados están en la ciudad, en la costa y hablan de “aplastar a la burguesía”.

El responsable de esto es , alias camarada ‘Jorge’, que estuvo preso por terrorista por ser mando del Comité Regional Norte de . Con él queda demostrado que un terrorista de su calaña no se rehabilita, sino que en libertad busca envenenar la mente de niños y jóvenes con su trasnochada ideología de odio y muerte. Santos Romero fue condenado en 1994 a 20 años de prisión, pero solo cumplió 12 años de condena.

En concordancia con los mandatos del genocida Abimael Guzmán, ellos han cambiado la “guerra popular” por la “guerra política”. En el caso de Santos Romero encontró en Movadef la mejor manera de reinsertarse activamente en Sendero Luminoso.

Amparado en la organización ‘Voluntad Transformadora’, el senderista junto a otros miembros de su familia no solo adoctrinaba a sus hijas, sino a otros menores de edad.

Sendero está vivo y como lo ha afirmado el jefe de la Dircote Max Anhuamán, “El terrorismo está vigente y apuntando hacia el futuro” y para ello van por nuestros niños.

Además, parte de su estrategia de tomar el poder es pretender insertarse en la vida política. Santos Romero ya había logrado inscribirse en el partido Alianza para el Progreso de César Acuña. Evidenciando las falencias de esa organización que albergó en sus filas a un condenado por terrorista y además reincidente. No hubiera sido raro haberlo visto como candidato.

El terrorismo reciclado logrará su cometido de “hacer pollítica”, mientras se siga deformando la historia con falacias como “conflicto armado interno” para describir los años en que los peruanos fuimos atacados por los grupos terroristas Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA).

Seguirán captando voluntades, mientras sigamos “romantizando” el actual violento de grupos que pretenden subvertir la democracia amparándose en “marchas” cuyo único objetivo es desestabilizar al país.

Continuarán ganando terreno mientras haya quienes –con total impunidad– los llevan en listas al Parlamento e incluso los hacen parte del Poder Ejecutivo, y se reirán de nosotros cuando quienes –por ignorancia o estupidez–, invocan a “no terruquear” a los que expresan abiertamente su simpatía con terroristas convictos y confesos.

La historia es una y no puede reescribirse ni mucho menos normalizarse. “Están en su derecho de participar en la política” se atreven a decir para quienes todo vale (incluso avalar a terroristas), si con ello pueden aplastar a su enemigo político.

El dolor que sentimos los peruanos no puede ser olvidado, las miles de vidas truncadas tienen que ser honradas, porque como vemos: un pueblo que desconoce su historia está condenada a repetirla.

Diana Seminario es periodista