Me adhiero a lo que días atrás comentaba Juan Carlos Tafur en una de sus columnas en Sudaca.pe, sobre lo frustrante que es para un analista de coyuntura en el Perú abordar el nivel de la temática que persistente y reiteradamente se mantiene en los medios locales.
Provengo de y he trabajado en estos últimos y sé que los designios en torno del ráting, la audiencia o la lectoría son mandatorios; finalmente, son empresas y se entiende.
Pero del lado estrictamente periodístico, y ubicándome del lado de directores, productores, editores y conductores de espacios diarios o semanales, debe ser mucho más frustrante aún estar casi inmovilizados en una agenda del día, con los mismos problemas, los mismos actores (salvo ligeras variantes) y las mismas incertidumbres acerca de su duración.
No es que la agenda de debate en América Latina, en promedio, sea muy diferente a la peruana, pero, como bien señala Juan Carlos, la vocación por debatir ideas, posiciones y alternativas de solución a problemas-país relevantes mantiene un espacio, que no es mayoritario, pero existe.
Un corresponsal de prensa extranjera me comentaba que los medios peruanos, en su gran mayoría, parecieran haber sido congelados por el fenómeno de “El día de la marmota”, aludiendo a la extraordinaria película de 1993, protagonizada por Bill Murray, en la que el personaje queda atrapado en el tiempo en un solo día, repitiéndose una y otra vez. En este caso, en lo urgente y en el escándalo.
Lo urgente y el escándalo es ver desfilar casos de corrupción de políticos y empresarios casi a diario. Lo importante sería poner el foco, por ejemplo, en las soluciones vía reformas de fondo.
Lo urgente es denunciar, por ejemplo, las acusaciones y encarcelamientos de gobernadores y alcaldes; lo importante sería discutir la reforma del modelo descentralizador.
Lo urgente es criticar la poca ejecución presupuestal en salud; lo importante sería ver, por ejemplo, cómo acelerar el modelo de asociaciones público-privadas (APP) en este rubro e instalar sistemas de gestión automatizados para monitorear resultados.
Lo urgente es la falta de policías; lo importante debería ser evaluar cómo modificar el sistema laboral de la PNP, digitalizar procesos, interconectar comisarías y dotarlas de infraestructura.
Lo urgente es que vamos a crecer a menos del 1%; lo importante sería poner el foco en los motores reales de la reactivación: confianza, estabilidad jurídica, atención de conflictos sociales, etc.
Eso, lo urgente y lo importante.