Manuel Merino brinda un mensaje luego de juramentar a su Gabinete Ministerial, ayer, en Palacio de Gobierno. (Foto: Presidencia).
Manuel Merino brinda un mensaje luego de juramentar a su Gabinete Ministerial, ayer, en Palacio de Gobierno. (Foto: Presidencia).

Una mayoría abrumadora de populistas y demagogos legislando desde el , una importante cuota de conservadores instalados hoy en Palacio de Gobierno. Así se distribuye el poder a cinco meses de las próximas y en medio de la peor crisis económica y social en décadas debido a la . Súmese a ello la cifra de muertos y contagiados a nivel nacional por el coronavirus y lo que se está haciendo, a duras penas, para evitar una letal segunda ola. Los políticos peruanos han hecho en estos últimos meses todo lo opuesto a lo que debían hacer. ¿Hay motivos para pensar que, de ahora en adelante, será distinto y que lo peor ya pasó? No lo creo.

La prueba de fuego para y recién comienza. Llegar a la presidencia y asumir la PCM solo ha sido el primer paso –y no el más complicado, me temo– de cuantos les esperan. El más inminente: hacer frente de manera inteligente y democrática al rechazo de un sector joven y dinámico de la población. Si lo ignoran, minimizan o demonizan, perderán esta batalla. Un gobernante debe saber convivir con la protesta y no lanzarle “gasolina” con decisiones que respondan a intereses subalternos o a un descarado clientelismo político, como boicotear o retroceder en reformas que costaron tanto sacar adelante.

Pero hay otro reto, mucho más desgastante, que deberán afrontar si pretenden gobernar durante los ocho meses que restan hasta el 28 de julio del 2021. Resistir los embates demagógicos del Congreso, ya abiertamente en campaña electoral, será muy difícil. Merino de Lama le debe el puesto a las bancadas que apoyaron la , cierto, pero no está obligado ni debería aceptar ser un simple anexo del Legislativo, promulgando normas que atenten contra la disciplina fiscal y el manejo responsable de la economía.

La llegada de al MEF es una buena noticia, pero más importante será saber si tendrá el compromiso político del presidente, del primer ministro y del resto del equipo ministerial para enfrentar al Parlamento cuando haga falta y oponerse a cuanta norma antitécnica sea necesario. “No lo harán”, piensan muchos. Sin embargo, no hay alternativa: si no actúan con responsabilidad, su fracaso será inminente.

Ántero Flores-Aráoz tiene que salir y escuchar más allá de su zona de confort entre los veteranos abogados limeños de la derecha empresarial, que siempre han creído tener “la receta” para gobernar el Perú. No hay solución fácil, rápida o automática ante el tamaño de esta crisis. Debe haber sido muy arduo para él completar su Gabinete, pero lo más difícil aún está por llegar.

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