Seamos realistas: la pandemia y sus duras consecuencias sociales y económicas obligan a buscar consensos políticos. Si así lo ha entendido finalmente Martín Vizcarra, enhorabuena. El presidente no podía continuar enfrentado al Congreso a diario, una tara de la que el Legislativo ha sido también gran responsable. Y si bien Pedro Cateriano está lejos de ser ‘El rey de la simpatía’ (nadie espera que lo sea), sí reúne los atributos necesarios para encaminar al Ejecutivo hacia un pacto social y político que permita alcanzar una transición ordenada del poder en julio del 2021.
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