La democracia está venida a menos en nuestro país de la cabeza a los pies. Sabido es que el presidente Ollanta Humala pretendió dejarle el poder a su esposa. Fracasó. Ahora los esfuerzos de Palacio de Gobierno apuntan a impedir que Keiko Fujimori o Alan García lleguen a la presidencia. Hay una maquinaria en marcha buscando una segunda vuelta con PPK y apoyar a este último a rabiar. El asesor Luis Favre es pieza clave.
Desde el 2006 observamos una masa de radicales, sin organización pero aglutinados por el entonces candidato Humala. Lo mismo ocurrió en las elecciones del 2011, con el apoyo de los antifujimoristas tenemos el gobierno que eligieron. Los violentistas están donde los partidos políticos no llegan. Viven dispersos, solo se unen en paros, bloqueos y destrucción. Se enquistan en gobiernos regionales, municipios y juntas de usuarios de riego.
Conocemos poquísimo sobre su proceder y su reglamentación. La web es raquítica en información. Pero tienen poder político, como lo demuestra la participación de la Junta de Usuarios de Cocachacra en los desmanes vividos. La ingeniera Marita Chappuis, especialista en temas mineros, ex funcionaria de Energía y Minas, nos ilustra en esta ‘minientrevista’ sobre una preocupante situación antidemocrática y sin control alguno.
¿Cuántas son? “La junta nacional agrupa a 114. Marco Arana es muy astuto y se está introduciendo ahí”. ¿Cómo se eligen? “Todos los ministros de Agricultura han querido poner un poco de orden. Ninguno ha podido. Son asociaciones civiles como el Club Regatas, con la diferencia de que si no estás de acuerdo cómo funciona, te vas del club. Acá no, porque te quedas sin agua. El agricultor tiene sí o sí que pertenecer y agachar la cabeza”.
¿Hay corrupción? “Legalmente solo recibe agua quien paga una miserable cuota. En cada junta todos tienen unas deudas fabulosas. Casi nadie paga”. ¿Y cómo riegan? “Existe la coima al dirigente, es vox pópuli. Este no recibe pago, solo viáticos. Pero se matan por el cargo. Das dinero y te suelta agua, pero esta se necesita desde la siembra, coimeas al ‘tomero’ y tienes agua. Si das poca plata, riegas en la noche, lo que es dificultoso”.
¿Quién las fiscaliza? “En la asamblea se presentan las cuentas. No hay auditoría externa, cada junta la hace. Si cuestionas las cuentas, el Inrena no pinta, solo puedes quejarte al Poder Judicial. Para pertenecer a una junta, debes tener cinco hectáreas, pero no se cumple. La maneja un grupito que tiene poder político. No les gusta el reglamento que saca el ministerio, paralizan y bloquean la carretera. Nadie se opone, te quedas sin agua. El dinero deben depositarlo en el Banco de la Nación. No es así”. ¿El agua es del Estado? “Así es, pero las juntas manejan la infraestructura hidráulica, cobranza de las tarifas y administran el agua”.
¿La mayoría son radicales? “Sigo sus artículos hace un tiempo, aparecen cosas como que no se permitirá minería en cabecera de cuenca, lo que dice Arana. También lees no a la minería. Las juntas tienen demasiado poder”. ¿Hay elecciones? “Yo vi el cierre del local electoral a una hora fija; quienes llegaron después no votaron. Los ministros de Agricultura les tienen miedo y les renuevan el cargo, reelección indefinida. Si abres la boca, no te dan agua. Dónde te quejas”. ¿Pensó en las mafias de construcción civil?