A diferencia de otros personajes que han desfilado por este gobierno, el exministro Juan Carrasco (hoy precandidato a gobernador regional de Lambayeque) no era parte de la “cuota” de Perú Libre ni estaba relacionado al gremio sindical de Pedro Castillo. Tampoco integraba o parecía afín a alguna agrupación de izquierda aliada al oficialismo. Su llegada al Ejecutivo generó sorpresa incluso para sus colegas en la fiscalía: había aceptado ser ministro del Interior a pesar de que su renuncia aún no había sido confirmada por la Junta de Fiscales Supremos, como correspondía según la ley, convirtiéndose así y por unos días en el primer caso de un fiscal ministro.
Meses después, Castillo lo nombró responsable del sector Defensa y luego lo ubicó en el Viceministerio de Justicia. Dos puestos para nada desdeñables para la novísima carrera política del exfiscal. De hecho, la predisposición que mostraba Carrasco para ocupar algún cargo público lo volvió blanco de bromas en las redes sociales. Pero en el fondo estaba claro que el gobierno todavía lo quería cerca.
Mientras eso sucedía, el hoy exministro se posicionaba como una de las personas de mayor confianza del presidente. Solo por mencionar un ejemplo: Carrasco puede decir que ha sido uno de los ministros que concurría a aquella oficina anexa de Palacio en el pasaje Sarratea en Breña.
Hoy, el exfiscal formalmente se ha alejado del Ejecutivo. A inicios de mes, renunció al Ministerio de Justicia para centrarse en su precandidatura a la región Lambayeque con el partido Juntos por el Perú. Sin embargo, no se puede decir que se ha desligado del todo del Gobierno. Carrasco se fue, pero tres personajes de su extrema confianza continúan en puestos estratégicos. Estos tres lo han acompañado desde que decidió dar el salto a un cargo político: Félix Chero Medina, Jimmy Quispe de los Santos y Belisa Malásquez Azaña.
Chero es el ministro de Justicia; Quispe, el viceministro de ese sector y la exfiscal Malásquez es, desde el mes pasado, asesora de la Secretaría General del Despacho Presidencial. Todo esto ocurre mientras en Palacio los funcionarios cercanos a la primera dama Lilia Paredes cobran mayor protagonismo. Jorge Alva Coronado ocupa hoy el lugar que antes tenía Bruno Pacheco y, poco antes, trabajó en la oficina de la esposa del presidente. En tanto, Chero y Malásquez registran visitas a ese despacho antes de ocupar sus actuales puestos.
El mandatario, cuyos sobrinos ya tienen casi un mes prófugos, le dio la oportunidad a Carrasco de entrar a la política, y este la ha sabido aprovechar. Lo que no está claro es si hubo algo a cambio. Lo que sí, que el exfiscal es y sigue siendo un factor para considerar en el círculo del presidente.