"Ponte en el lugar del candidato, cualquiera que sea. Qué terribles precedentes tiene que poner en la balanza junto a sus sueños de grandeza".
"Ponte en el lugar del candidato, cualquiera que sea. Qué terribles precedentes tiene que poner en la balanza junto a sus sueños de grandeza".
Fernando Vivas

Ponte en el lugar del candidato, cualquiera que sea. Qué terribles precedentes tiene que poner en la balanza junto a sus sueños de grandeza. Para empezar, tiene un panteón de 6 presidentes seguidos (excluyendo a Paniagua e incluyendo a ) perseguidos por la justicia. Claro, ustedes dirán que nada obligó a Toledo a ser coimeado, a Fujimori a asociarse a Montesinos, a Alan García a hacer todo lo que ya no le podemos preguntar; y cualquier candidato que evite esos perfiles no tiene nada que temer.

No es tan simple la comparación. Quizá con los otros ex presidentes vengan los matices, simpatías más antipatías menos. Algunos piensan que PPK no es un crápula como Toledo sino un veterano arrogante que practicó lo que para él era ‘la vieja normalidad’ de sumar alegremente intereses en conflicto. O dirán que no quiso corromperse, pero, siendo débil de recursos y de partido, cedió al influjo corruptor de los aportes. Ah, el diablo no está en el candidato sino en el detalle de las campañas, dirán, y por fortuna, el Congreso pasado aprobó una reforma que amaina a satanás, prohibiendo la contratación de publicidad en TV y radio, pues lo encarecía todo.

Vizcarra fue jefe de campaña de PPK pero no hizo de ‘fundraiser’ así que, por ahora, lo podemos sacar de la trama de los aportes. Sin embargo, ha cedido, por lo menos, hasta donde podemos ver con las evidencias de estas últimas semanas, a la indulgencia ante gente de su entorno que buscó provecho del Estado, estando más comprometido aún en el caso de Richard Swing.

Resumiendo: hay que ser valiente, sino se es corrupto y se tiene la precaución de no aceptar fondos ilícitos en campaña, para ser candidato sabiendo que hasta las debilidades de tu entorno te pueden pasar la factura y acabar judicialmente embarrado o vacado. Por eso, de saque, mis respetos a la valentía de los que ya tienen partido y han hecho visibles afanes de candidatear como Julio Guzmán y (Keiko Fujimori aún no comunica su decisión, al igual que César Acuña) y también mis respetos a los que han corrido estos días a afiliarse a algún partido, como Hernando de Soto, George Forsyth, Fernando Cillóniz o Daniel Salaverry. Sumo a Alfredo Barnechea, Raúl Diez Canseco y Yonhy Lescano, que disputarán en las internas de AP.

Dicho esto, ahora lancémonos a espulgarles hasta el último antecedente y contradicción. Algunos se caerán en el camino y no llegarán ni al plazo de la inscripción oficial que vence el 22 de diciembre, o serán intrascendentes. Pero los que encabecen las preferencias tendrán que dar un paso adicional en su valentía y contarnos de una vez aquello que sería peor que les descubramos a su pesar. ¡Bienvenidos a la campaña!

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