FODA electoral, por Patricia del Río
FODA electoral, por Patricia del Río
Patricia del Río

Fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas de los dos candidatos que llegaron a la segunda vuelta. ¿Qué tienen? ¿Qué les falta? ¿Qué les sobra? Veamos:

Keiko Fujimori:

Fortaleza: su resultado de la primera vuelta. Keiko ha alcanzado una votación bastante uniforme que la pone en primer lugar en 15 departamentos. El mapa de la primera vuelta se tiñó de naranja y ese es un gran punto de partida. 

Oportunidades: su reto es cosechar los votos del D y E. Ese sector, en el que Keiko tiene un gran arraigo, es también donde hay más votos por conquistar: el blanco/viciado/impreciso es de 16% en el D y 23% en el E. Por eso Keiko ya tomó nota de esa ventaja y ha empezado a polarizar la campaña entre la candidata de los pobres y el candidato de los empresarios. Chica lista. 

Debilidades: no tiene equipo. Keiko navega sola y carga con la maldición de que su entorno parece contratado por los ppkausas para meter la pata. La puerta grande de Cecilia Chacón y el desprecio de las minorías de Becerril no ayudan a una candidata que cuando le preguntan cuál será su gabinete no da un solo nombre. ¿Será que solo cuenta con el viejo fujimorismo para gobernar? ¿Será que una vez elegida saltarán las Marthas y las Luisas a los ministerios? Demasiado silencio puede ser peligroso. 

Amenaza: el antifujimorismo. Si el anti crece, puede hacer ganar a PPK sin que el gringo se haya puesto a trabajar en serio.

Pedro Pablo Kuczynski: 

Fortaleza: su experiencia en el sector público lo coloca como el gerente competente frente a la ‘pulpina’ entusiasta. PPK sabe cómo mover este Estado elefantiásico que aún tenemos. Cuenta además con cuadros como Sheput, Bruce o Gino Costa que le dan esa imagen de equipo que a Keiko le falta. 

Oportunidades: el gran reto del gringo es cosechar el antivoto de Keiko sin venderse como el antifujimorista furioso que no es. Si PPK maneja un discurso honesto, de cambio y de consenso, tiene una oportunidad por delante con el voto del Frente Amplio que no lo va a apoyar expresamente pero que en la soledad de la cabina de votación se puede animar por marcar sus iniciales en la cédula. 

Debilidades: tiene una campaña poco estructurada que le costó muchos votos en la primera vuelta. A su candidatura le falta un perfil claro, a él parece que le faltan ganas y a su gente le faltan ideas. 

Amenaza: no tiene arraigo popular. La chapa de lobbista que le encajaron en la campaña puede pesar mucho en un momento en que sectores amplios de la población buscan un candidato con perfil más popular. Keiko la tiene clarísima, por eso se cuelga de la base popular del fujimorismo y se esmera en convertirlo en el neocandidato de los ricos. El gringo, por su parte, aún no atina a defenderse.