“Si motivos diversos nos dividieron hace 200 años, el regreso a la unidad deberá partir de los propios ciudadanos”. (Ilustración: Giovanni Tazza).
“Si motivos diversos nos dividieron hace 200 años, el regreso a la unidad deberá partir de los propios ciudadanos”. (Ilustración: Giovanni Tazza).
Rolando Arellano C.

El 28 de julio del 2021 no solamente se celebran dos siglos de , sino también de la independencia de . Y por eso todos los latinoamericanos deberíamos celebrarla uniéndonos más, dejando de lado nuestros prejuicios y reconociendo nuestras grandes ventajas. Veamos.

Hace poco más de 200 años las colonias españolas de América empezaron a liberarse del imperio, sellándose la libertad con Lima, que era la joya más preciada de la corona. Brasil se independiza oficialmente en setiembre de 1822, pero desde mucho antes esa colonia ya no dependía de Lisboa.

Luego de la proclama de , y como lo deseaba Bolívar, lo esperado era que se creara un solo gran Estado desde México hasta el Cabo de Hornos, que permitiera defender la independencia y que hiciera crecer a todos. Por el contrario y básicamente por intereses de grupos económicos y políticos, se inició el gran desmembramiento. Así, mientras los estados del norte de América se fueron uniendo, los del sur nos convertimos en los estados desunidos de la región.

¿Qué conseguimos con ello? Países con pequeños recursos y pequeños mercados, cuyo tamaño nunca fue suficiente para tener economías de escala para crecer. Y que al estar separados fuimos presa fácil de muchos ataques y nuevos colonialismos. Peleas entre nosotros mismos, pérdidas de territorios (¿Sabía el lector que 1/3 del actual territorio de los Estados Unidos era mexicano?) y, sobre todo, pérdida de la confianza entre nosotros.

Pero si el pasado es irreversible, el futuro siempre está por construir. Y podemos construirlo empezando a querernos más y a confiar en nosotros, apreciando todo lo bueno que tenemos y eliminando los prejuicios que nos hacen ver como perdedores con los que nadie quiere juntarse. Eliminando esos prejuicios de que somos flojos, poco democráticos o mucho más desiguales que otras regiones y entendiendo más bien que somos la región más homogénea del mundo, y con un potencial inmenso. ¿No sería invencible un equipo de fútbol de todas las estrellas latinoamericanas?

En fin, si motivos diversos nos dividieron hace 200 años, el regreso a la unidad deberá partir de los propios ciudadanos, reconociéndonos como hermanos en una gran región sin pasaportes, aduanas o fronteras. Para que todos celebremos, muy pronto, el aniversario de una región tan poco unida que aún no tiene nombre.

¿Latinoamérica no tiene nombre? Sí, y ese es uno de los 12 mitos que discute nuestro nuevo libro “12 mitos sobre (Latinoamérica) una región sin nombre”, que se presentará el 27 de Julio a las 4 p.m. en la . Feliz 28 latinoamericano.