No pensé que llegaría a defender a Luis Castañeda, pero lo haré: el Jurado Electoral Especial (JEE) se ha excedido al presumir intención de fraude en su hoja de vida. Es cierto que haber llenado el formulario de una manera tal que da a entender que se tituló en la PUCP y no en la USMP, sabiendo que la primera tiene más caché que la segunda, configura una mentira trivial y no es el fruto de una simple confusión ante el papel rayado.
Sin embargo, para que esa mentira sea punible con una tacha que lo saque de carrera, tendría que haber el móvil y el efecto de una voluntad de fraude. Ahora bien, si no era necesario tener título para candidatear, ni esa hojita era fundamental para impostar a partir de ella lo que él no era, ¿dónde radica la estafa? Carlos Burgos, el tachado candidato a San Juan de Lurigancho, sí escondió, en el llenado de su formulario, una impostación educativa de mayor alcance. Digo todo esto a pesar de la revelación de mi colega Daniel Yovera, de que en el 2011, el jurado ya había advertido a Castañeda que su información era errónea.
Bueno, pues, el error se repitió, por olvido o negligencia del propio Castañeda o de sus personeros –¿será un complot de Patricia Juárez para ser alcaldesa, je, je, je?–, y es subsanable. Creo que el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) debe darle la contra al JEE, como también debiera dársela si en unos días este último decide excluir a Susana Villarán por razones equivalentes. Que, por meros formalismos, la burocracia electoral no suplante a la voluntad popular.
Sin embargo, si el JNE respalda a su JEE, será un fallo polémico pero legal y legítimo. No creo que el pueblo arrebatado tome las calles ni que la clase política se rasgue las vestiduras. Tal vez fujimoristas y apristas vean con temor la posibilidad de maniobras inhabilitadoras agazapadas en formulismos, pero tomarán sus precauciones para el 2016 y dejarán que sus candidatos bailen sobre el entierro prematuro del ‘Mudo’. Eso sí, ¡aún no cantes victoria, Susana!, que podría pasarte lo mismo.
Salvador Heresi, el más ‘expectaticio de los pigricios’, prepara sus nuevas armas secretas para cualquiera de los casos. El videoclip con la pegajosa melodía de Pelo D’Ambrosio lo pone en el centro de la pista de baile, aunque le falta afirmar su capacidad de hacer propuestas igual de pegajosas. Sé que Carlos Raffo, quien ya no anda con los fujimoristas, lo ha ayudado en la onda clipera, pero ahora más le vale concentrarse con su equipo técnico en la vibra propositiva. Tiene un arma simpática, Deborah de Pablo, su mujer, española, que ha sido asesora municipal en Medellín, y tiene rollo sobre estas lides.
Y los demás, que no se hagan los tiesos ni los estrechos, porque bailar al son que te ponga el pueblo es tan fundamental como el floro. Enrique Cornejo luce como el buen técnico desamparado por su partido, pero si despunta, el CEN aprista, incluido Alan, lo acompañará en una ronda reggaetonera. Lo mismo debiera hacer PPK con Salvador y Keiko con Alberto Sánchez Aizcorbe. A Nadine le picarán las manos por no poder tuitear a favor de Susana. ‘Huevo Duro’, que también luce méritos técnicos, tentará el respaldo de otros notables.
Castañeda y Susana están en ascuas, los pigricios en pindinga y los electores atravesamos la niebla más espesa.