¿Cuándo regresas con tus entrevistas políticas? Esa es la pregunta que me hacen –sin exagerar- en cada esquina. Y la verdad es que ya hasta me da un poco de roche, ya no sé qué responder. Quién diría que ya pasó un año desde que, por agotamiento del conductor, “Abre Los Ojos” cerró su ciclo con cargo a volver para las elecciones. Nunca especificamos cuáles. No negaré que extraño esas saludables sesiones matutinas de tai-chi o capoeira. Mis pequeñas entrevistas no eran los pugilatos de antaño, difícilmente se registraban contusos. Mis invitados se sentían tan a gusto que hasta se animaban a echarse unos pasitos de danza guerrera y, de vez en cuándo, con un poco de suerte, se iban de cara. Solitos. Esa era la cuestión. En el twitter, @pataderana me apostrofa: “Beto: con todo respeto, no vuelvas a eso que hacías tan bien, quédate haciendo eso que estás haciendo, sigue desperdiciando tu talento.” Muy ácido. Me cae bien pero no siento que lo desperdicie. En el peor de los casos, lo ahorro pero no lo desperdicio. (Pata de rana: ¿eres heterosexual? Qué desperdicio). Ahora bien, dejémonos de cuatro cosas y hablemos de la política. De que la extraño, la extraño. Ya está. Ya lo dije. Sufro la nostalgia del poder. O, mejor dicho, del joder. Nunca pensé que el síndrome de abstinencia me haría sentir sus escalofríos, sus náuseas y sus tercianas.
Pero como buen adicto rehabilitado, soy consciente de los riesgos que entraña la recaída. Les pongo un ejemplo: hoy me enteré de que Josué Gutiérrez, el loquillo aquel que decoró el despacho con gigantografías presidenciales–flor de sobón- el compañerito de Alexis en el tour a Rusia será el flamante vocero de la bancada nacionalista. Asu. Saquen ustedes su cuenta del tipo de méritos que se premia. Supe también que la inminente elección de la no-tan-destacada Ana María Solórzano para la Presidencia del Congreso fue idea de Nadine. Ella decidió y todos dijeron chicheñó. O chicheñoya, más bien. La noche del jueves hubo cónclave para media bancada: los 22 parlamentarios “nadinistas”–en su mayoría, provincianos dóciles y bonachones- tuvieron el alto honor de obedecer a la jefa. Los otros 21 –los “marisolistas” rebeldes-no llegaron a la cita. (¡Viva la independencia!). Aquí no hemos olvidado que, en setiembre de 2011, nuestro recordado director Fritz Du Bois fue condenado a 2 años de prisión suspendida por haber opinado que “en Arequipa, la número 1 para el Congreso es Solórzano, una señorita sin mayor trayectoria (…) las bases no tienen idea de cómo llegó al nacionalismo (..) Todo parece muy extraño, hasta que se va conociendo la vinculación que tiene su familia –más específicamente su tía Doña Pocha, que es famosa– con un negocio altamente rentable como la prostitución. Se podría deducir que habría existido algún jugoso aporte al partido a cambio del cual le han otorgado a esa novel aspirante una posición privilegiada”. Este es el pesimista tipo de periodismo político que seguramente querría hacer si yo volviera. ¿Para qué recaer? ¿Para qué meterse en camisa de once varas? Si solo quiero ser el nuevo Kiko Ledgard. Si desde mi programa concurso contribuyo con la democracia, el desarrollo y la gobernabilidad del país.