Rodrigo Cruz

A pesar de su gravedad, han pasado más de seis meses y el Ministerio del Interior sigue sin dar una respuesta sobre lo ocurrido. A mediados de noviembre, el entonces subcomandante general de la PNP Javier Bueno lanzó la primera señal de alerta: dijo que se estaba alterando indebidamente el puntaje de cierto grupo de coroneles que postulaban al grado de generales y, además, que se habían conformado de forma irregular las juntas encargadas de llevar a cabo las entrevistas personales a los postulantes.

Luego de su denuncia, Bueno solicitó su pase al retiro. Fuentes en el sector indicaron que detrás de todo esto, estaba la intención de Palacio de beneficiar a un grupo de oficiales y así ganarse sus lealtades. Para ese fin, se hicieron modificaciones al proceso sin un sustento técnico que los respalde. Por ejemplo, se aumentó del 30% al 50% el peso de la entrevista personal, dándole mayor control sobre los resultados al entonces comandante general designado por este gobierno, Javier Gallardo.

Llegó el 19 de noviembre y el presidente firmó las resoluciones supremas dando a conocer a los 25 nuevos generales de la policía. Sin embargo, siguió sin aclararse si se trató de un proceso de ascenso limpio. Más aún si se tenía como antecedente que semanas atrás algo similar se había denunciado en la Fuerza Aérea y en el Ejército.

El 23 de noviembre, este Diario dio cuenta que al menos cuatro coroneles ascendidos por Castillo visitaron Palacio en plena etapa de evaluaciones. Dos fueron donde el hoy prófugo Bruno Pacheco y los otros dos donde el entonces jefe de seguridad del mandatario, el coronel PNP y natural de Chota Wilfredo Bernal. Además, en enero Javier Bueno amplió su denuncia: dijo que había tomado conocimiento de que detrás de cada ascenso se habrían entregado pagos ilegales de al menos US$25 mil.

Pasaron los días y lo dicho por el exsubcomandante de la PNP quedó eclipsado por otros escándalos de corrupción del régimen. No obstante, la duda siguió en pie: ¿Quiénes son esos generales que le deben su puesto al Gobierno?

La gestión de Castillo viene demostrando que ha encontrado en el sector Interior una fuente de impunidad. Solo hay que ver la manera en cómo Pacheco, Fray Vásquez y recientemente el exministro Juan Silva se borraron del mapa. El general Luis Legua Egocheaga fue uno de los ascendidos en noviembre y hasta el domingo fue el jefe de Inteligencia de la PNP. Su rol, entre otras cosas, era el de prevenir que sucedieran esas fugas. Este domingo, el Gobierno nombró a su reemplazo: Roger Pérez Figueroa, quien también ascendió con este Gobierno y en octubre visitó en Palacio a Wilfredo Bernal. Es decir, en pleno proceso de ascensos. Uno que hasta hoy sigue sin respuestas.

Rodrigo Cruz Periodista