Opiniones concentradas, por Ricardo Vásquez Kunze
Opiniones concentradas, por Ricardo Vásquez Kunze
Ricardo Vásquez Kunze

Mi amiga me saca de la cama para que la acompañe a la presentación de un libro sobre la libertad de expresión. Justo se celebra ese día y acaban de condenar por difamación a un periodista satírico, así que digo: “Bueno, ¿por qué no?”. Ya instalados en el lugar de los hechos caigo en la cuenta de que se trata de un libro sobre la concentración de medios: “¿Puede acapararse la libertad? Libertad de expresión y concentración de medios en el Perú”. 

Mientras el decano de la Facultad de Derecho de la PUCP advierte a la distinguida concurrencia sobre los peligros de la concentración de medios yo voy advirtiendo, a medida que voy revisando el libro, que “en casa del herrero cuchillo de palo”. Constato in situ que el libro concentra las opiniones (sobre diferentes aspectos del problema de estudio) en un solo lado, en proporción de 15 a 1, mientras sigo escuchando lo peligroso que es que el grupo El Comercio y Epensa tengan el 80% del mercado de diarios. Sonrío. Hubiera sido ejemplificador que el libro equilibrase sus posiciones 50/50, más o menos como a los compiladores les gustaría que fuera el mercado del negocio periodístico en el Perú. Pero así son las paradojas. Deliciosas.

La noche, sin embargo, aún podía deparar más sorpresas. Escucho una voz apasionada y es el señor Fernando de la Flor el que habla. Ha hecho, dice, un seguimiento de las portadas de la “prensa concentrada” que demuestra precisamente eso, aunque, generoso, deja que el público saque “sus propias conclusiones”. Doy una mirada y noto que el público es básicamente aquel que ha interpuesto una demanda contra la “concentración” en cortes internacionales de derechos humanos. Vuelvo a sonreír. 

El orador ha elegido un día simbólico para probar su punto: el de los atentados terroristas en París, un hecho imposible de obviar dada la magnitud histórica del acontecimiento. Relata cómo informaron en sus portadas “Perú 21”, “Correo” y El Comercio. En ese orden saca la primera portada que dice “¡Mintió!”, con la cara de Nadine Heredia. Saca la segunda que dice algo por el estilo y, finalmente, reconoce que El Comercio le dedica toda su portada a la masacre parisina pero que en la página central divide la información entre los atentados de ultramar y la mentira de Nadine Heredia sobre el contenido de las agendas. Esto probaría, según él, la concentración de la información. La concurrencia se indigna. Yo paso.

Detecto de inmediato la falacia ‘post hoc ergo propter hoc’. En simple, De la Flor establece una conexión causal errónea porque infiere que un acontecimiento es la causa de otro sobre la base de que el primero (la concentración) es anterior al segundo (información sobre atentados y mentira de Nadine). O sea, no demuestra nada.

Reflexiono. A veces vale la pena concentrarse. En la lógica, al menos.